Los fragmentos translúcidos se elaboran de forma manual, utilizando técnicas de cincelado, y su tamaño suele ser inferior a 40 mm. Estos fragmentos de hielo se pueden emplear en una amplia variedad de bebidas y cócteles servidos en vasos Collins, highball, así como en vasos bajos destinados a bebidas espirituosas. Su versatilidad les permite realzar la experiencia en distintos tipos de preparaciones.
En términos generales, la calidad de un hielo puede evaluarse a través de diversos aspectos clave, como su transparencia, densidad, pureza, tamaño y forma. Estos elementos, cuando se combinan, aportan significativamente a la estética final, elevando por completo la experiencia de disfrutar de bebidas y cócteles, convirtiéndola en un momento verdaderamente memorable.
No se debe olvidar que una buena carta de cocteles no es concebible sin hielo cristalino de fusión lenta.